Inspirado en las historias, la pre-historia y la intimidad del hogar, el arquitecto José Diego Torrico construye una narrativa completa entorno al calor de la cercanía. El fuego, como elemento central de este Estar Íntimo, es protagonista de una sala de estar pensada con inteligencia hasta el más pequeño de los detalles.
“Cuando el fuego es descubierto por el hombre”, explica José Diego, “nacen espacios espontáneos de reunión. En la actualidad esos espacios evolucionaron para convertirse en salas de estar”. Estas habitaciones son el punto neurálgico del hogar pues nos invitan a compartir relatos y a construir nuestra cosmovisión. Una sala de estar se convierte en un lugar capaz de, por sí mismo, contar una historia.
En el centro de la atención se encuentra una chimenea naranja, el color más intenso de la habitación, alrededor del cual se disponen el sofá y los asientos de colores neutros y terracota. Todo está trabajado con materiales nobles: madera, metal, símil piedra, cuero y cerámica. Las paredes están pintadas con efectos especiales que dan la impresión de que todo el espacio se hubiera hecho a pincelazos. Para complementar el efecto, una mampara de MDP Blanco fue trabajada de manera magistral para retratar pinturas rupestres, sumando al concepto planteado por José Diego.
El cielo abovedado contribuye más a la sensación de estar en una acogedora y cómoda cueva. Los enchapes de Multilaminado de Paquió revisten el techo en listones dispuestos de una manera que evocan la unión de palos. Un exquisito detalle que, sin caer en lo rústico, trae a la habitación elementos de la naturaleza.
El Estar Íntimo del arquitecto José Diego Torrico es un ejemplo de cómo un espacio puede contar una historia sin palabras, sin imágenes, con tan solo emociones, materiales y creatividad.
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