La Casa Tropicalia de la arquitecta Silvia Oliva nos muestra el balance entre lo humano y lo natural como una dicotomía constante con la que vivimos día a día. El contraste entre ambos conceptos nos lleva a disfrutar de una vida urbana con una presencia dominante de la naturaleza. El resultado es un espacio que, sin ser una casa de campo, nos invita a una vida más relajada y tranquila.
La separación de los conceptos adoptados por Silvia se da a través de los colores y los materiales. Si en el lado humano tenemos una paleta de colores más fría, centrada en materiales como la piedra, el concreto o el acero, en el lado natural destacan los verdes y las texturas maderadas. Los elementos blancos sirven para unificar estas dos ideas y dar fluidez a un espacio que se mueve entre dos mundos, sin dejar de ser uno solo.
La presencia del tablero Multilaminado de Morado y el Alistonado Roble es un recurso que se combina a la perfección con las plantas del espacio, mientras que la utilización de la melamina Concreto Metropolitan da la sensación de contar con muebles de cemento en la cocina, sin embargo se trata de un material liviano y versátil.
La arquitecta Silvia Oliva nos presenta en su Casa Tropicalia un espacio lleno de vida y modernidad. Un lugar en la ciudad que no se aleja de la naturaleza.
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